martes, 20 de junio de 2023
Estado DRV PNK del Inter de Miami, en el que jugará Messi a partir del mes de Julio de 2023 / Inter Miami C.F.
La semana pasada conocimos el fichaje de Lionel Messi por el Inter de Miami. Fichar cuando todavía está en su mejor momento al que para muchos es el mejor jugador de la historia, es un gran logro de la principal competición de fútbol profesional de Estados Unidos, la Major League Soccer, y de David Beckham, claro, como copropietario del Inter. A su vez, es también un golpe casi mortal para los mexicanos. ¿Por qué?
A lo largo de los últimos siglos, los mexicanos hemos ido perdiendo en todas las partidas contra nuestros vecinos estadounidenses. Hemos perdido en lo bélico, en lo territorial, en lo económico y en la relevancia global, entre otras muchas cosas. ¡Pero hasta ahora no en el fútbol! Nuestra superioridad en el fútbol es el último bastión de orgullo mexicano ante nuestro vecino dominante y triunfante. Claro que hemos perdido partidos contra Estados Unidos aquí y allá, pero creo que hay un consenso global claro en que México es superior a Estados Unidos en el fútbol. México es potencia mundial y Estados Unidos no. Y los mexicanos dormimos más tranquilos por la noche sabiendo que al menos en eso somos mejores. Pero… ¿Y si ya no? ¿Y si perdemos en esto también? ¿En qué bandera nos podremos amarrar para sentirnos relevantes?
Basta con leer la prensa mexicana de esta semana para darse cuenta de que el fichaje de Messi ha causado dudas y miedo. Sobre todo miedo: Desde cronistas deportivos inventando razones para defender la superioridad del fútbol nacional, hasta aficionados demeritando al «astro» por atreverse a pisar una liga tan inferior, especialmente cuando todavía podría haber ganado Ligas, Champions y demás de haberse quedado en Europa. Es evidente que el paradigma ha cambiado. Es cierto que un fichaje por sí solo no transforma una liga entera, pero las señales que va dando nuestro vecino del norte, junto con las historias de éxito de sus “deportes predilectos” como el fútbol americano y el baloncesto, me hacen pensar que pronto estaremos en un escenario diferente. El tiempo —no mucho— y Messi dirán.
Participa en la conversación con otros lectores de La Occidental. Suscríbete para comentar.
¿Ya estás suscrito? Inicia sesión