En torno a Alemania

domingo, 18 de diciembre de 2022

Thomas Mann / Wikimedia Commons




El mago. La historia de Thomas Mann, de Colm Tóibín

Editorial LUMEN, 22,90€, 560 págs.


La Alemania de la primera mitad del siglo XX es, antes que nada, el escenario de un crimen, y cualquier libro que se sitúa total o parcialmente en él tiene rasgos trágicos, sea ensayo, novela o biografía. Quien se interese por conocer la cara más oculta de aquel escenario del horror debe leer Los amnésicos, de Géraldine Schwarz, un ensayo basado en la historia de la familia de la autora, que versa sobre la sociedad alemana en la época del nazismo y sobre la desmemoria que la aquejó durante y después de la guerra, a propósito de quién hizo qué con el consentimiento de quién, desmemoria sobre la que la autora indaga también en Francia, Italia y Austria, con resultados espeluznantes.

Novelas como la un tanto sobrevalorada Los Effinger, de Gabriele Tergit, o La familia Karnowsky, de Israel Yehoshua Singer, magnífica saga de tres generaciones de judíos berlineses de origen polaco, nos conducen una vez más al escenario del crimen, no por más conocido menos poderoso desde el punto de vista literario e histórico. Muy recomendable es también El café sobre el volcán, una crónica del Berlín de entreguerras (1922-1933), de Francisco Uzcanga Meinecke, que gira en torno al Romanisches Café y los personajes que lo visitaban, desde Marlene Dietrich a Stefan Zweig, al tiempo que introduce al lector en los prolegómenos del triunfo de Hitler manejando una amplia documentación con un ritmo excelente. Y, por supuesto, el menos reciente Una princesa en Berlín, de Artur Solmssen, y los imprescindibles Diarios de Berlin (1940-1945), de Marie «Missie» Vassiltchikov

El Mago. La historia de Thomas Mann, de Colm Tóibín, tiene la gran virtud de ser fácil de leer, debido a la agilidad con la que avanza la historia del autor de La montaña mágica, la intimidad con la que trata su peripecia y la de su familia, y el indudable interés del personaje. Dice la contraportada que The Guardian ha calificado de «epopeya» la obra de Toíbín, y que el Sunday Independent considera que ha combinado asombrosamente «investigación e imaginación», con lo que el lector aborda el libro con el listón bien alto.

En general el libro no decepciona. Mann va evolucionando como personaje literario y político a medida que, acosado por los nazis, se refugia primero en Suiza y después en Estados Unidos, y adopta posiciones no siempre fáciles con respecto a su país de origen, y con frecuencia no tan claras como algunos quisieran.

El libro retrata con detalle los conflictos a los que se enfrenta por su encubierta homosexualidad, y lo complejo de sus relaciones con su mujer, Katia, y sus seis hijos, en cuyas vidas turbulentas también se detiene el autor. Tienen mucho interés personajes secundarios, como su hermano Heinrich, que se instala tras la guerra en la Alemania comunista;  su amiga Agnes Meyer, casada con el dueño del Washington Post y madre de Katharine Graham;  Auden, el poeta homosexual que se casó con su hija Erika, e historias laterales como la investigación a la que sometió el FBI a sus hijos, Erika y Klaus, debido a la homosexualidad y militancia izquierdista de ambos.

Se echa en falta una explicación más clara sobre la construcción de la gran figura literaria de Mann, y sobre su pensamiento, que plasmó en ensayos y conferencias, además de en sus novelas. Queda por contar quién era Mann en el mundo intelectual europeo en el momento de la concesión de su Nobel en 1929, la dimensión de su estatura como pensador con respecto a intelectuales de su época, como Bertold Brecht, por el que sentía aversión, y los porqués profundos de su rechazo a volver a Alemania tras la guerra.

Aunque lo que se cuenta tiene un gran atractivo, hay toda una historia que no se cuenta, y al final queda una pregunta flotando sobre quién era en realidad Thomas Mann. Pero es una buena pregunta.