viernes, 4 de agosto de 2023
«Tanto vestido blanco, tanta parola, y el puchero a la lumbre con agua sola». _ «Cada vez que un necio habla peligra una catedral; sino que es el sabio a medias el que la hace derribar». _ «A mi lado pasó el vicio, y me pidió su tributo: como no le di moneda, me enemistó con el mundo». _ «El que tesoros busque dentro del fango sacará de seguro sucias las manos, que los tesoros raras veces se encuentran dentro del lodo». _ «Yo quise educar a un chico dándole buenos consejos, y el maldito salió un tuno porque se agarró a mis hechos». _ «Diga el hombre lo que quiera, es un pobrecito pájaro; cuando le cortan las alas, luego se lo come el gato». _ «Cuando dos malos se encuentran, se tantean a su modo, y el menos malo de ellos pasa al servicio del otro». _ «Se dice que los afectos se retratan en la cara, ¡cuántos tienen cara alegre y honda tristeza en el alma!». _ «Si ves que coronan frentes que se deban coronar, lleva aunque sea una hoja, y tú te coronarás». _ «Yo vi un señor retratado con su chiquillo y su perro; él, acariciando al chucho, y el chico, mirando al cielo». _ «He corrido mucho mundo y ansioso vuelvo a mi patria, que no hay hogar que caliente como el hogar de mi casa». _ «A la gallina ciega todos jugamos; sin vendarse, los menos, los más, vendados». _ «El valor es el del hombre que toma el mundo de veras, y ve que es una mentira y no hace caso de ella». _ «Hay un modo segurísimo de morir de un puntapié; y es hacer de otro hombre un dios, y ponérsele a los pies». _ «Yo te diré una verdad, que es verdad de pocas almas: que un buen arrepentimiento borra cien siglos de faltas». _ «Dios lleva escrita en un libro la historia de las edades; mas no descuida por ella la historia de los rosales». _ «La constancia es hilo de agua que se desprecia al nacer; pero un día pasa un río, y preguntas, y es aquel».
Por buscarlos y disponerlos, Jorge Schoendorff Ortega
Los cantares primero y cuarto son cantares del pueblo. El octavo, undécimo y duodécimo son de Emilio Álvarez Giménez, Melchor de Palau y Ventura Ruiz Aguilera, respectivamente. Los demás son de Fernando de Arteaga y Pereira.
ESCRITO POR:
Participa en la conversación con otros lectores de La Occidental. Suscríbete para comentar.
¿Ya estás suscrito? Inicia sesión