viernes, 12 de mayo de 2023
Fotograma de Libres / Bosco Films
Libres, de Santos Blanco
En cines desde el 21 de abril (libreslapelicula.es)
Pienso que pretender hacer visible las realidades sobrenaturales en una película es quizá el reto más difícil y fascinante que un cineasta pueda afrontar. La danesa «Ordet», es un paradigma de ello.
Sin embargo, para mí dejan demasiado que desear los actuales filmes de matriz cristiana, sea cual sea su troquel confesional. Sería largo explicar los motivos, pero baste aportar el primero: su escasa calidad como obras audiovisuales, que lastra —cuando no anula— sus buenas intenciones.
Aun así, hay excepciones. Variadas entre sí, agnóstica más de una, sublime alguna que otra…: «El hombre que hacía milagros», «La pasión de Cristo», «El árbol de la vida», «De dioses y hombres», «Converso», «Vida oculta»… o el siguiente par de documentales complementarios, que intento contrastar.
Vi «El gran silencio» hace más de quince años. Su director la rodó en solitario y con luz natural, conviviendo durante seis meses con los monjes de la Grande Chartreuse, un precioso monasterio de los Alpes franceses. Pudo filmar tanto material durante su estancia que necesitó dos años para montar la película definitiva, de casi tres horas.
Los cartujos, la cotidianidad de su oculto retiro del mundo, su mística austera… son tratados con sumo respeto. Sus razones de ser, son expuestas en el silencio, esencial medio sensitivo de su espiritualidad. Una propuesta audaz, sin concesiones a ninguna galería.
Con todo, recibió importantes premios internacionales y de festivales poco proclives a programar películas con trasfondo confesional. Es decir, atrajo a todo tipo de público, sin necesidad de apologizar ni adoctrinar; bastaba con ser cine extraordinario de incontenible belleza.
«Libres» también arriesga pero en un sentido inverso. Contraponiendo el sonido al silencio para explicar la vida contemplativa, mediante lo que ésta casi nunca es: palabra audible, además pronunciada por consagrados que habitan el silencio. Un atrevimiento con sello de excepcionalidad, que resulta más patente en el verborreico mundo actual.
Rodado en doce monasterios y conventos españoles, es un polifacético retrato coral masculino y femenino, de diferentes generaciones e iluminador para el espectador desprejuiciado y receptivo, tenga fe o no. La película está estructurada en función de tres temas genéricos, sobre los cuales cada interviniente va aportando sus variaciones.
Esta pluralidad de voces, semblantes y temperamentos conforma una polifonía en torno a la contemplación enclaustrada, confluyente en un motivo común: el misterioso poder liberador de la relación amorosa con Dios. Se vislumbran una simplicidad y autenticidad transparentes en este torrente sapiencial que sin palabras superfluas habla de mundo, soledad, naturaleza, sufrimiento, alegría, muerte, vida, Dios mismo…
¿Cabe mayor antítesis con la secularización sistémica? Sin embargo, lejos de ser ajeno, dicho contraste resulta cercano. Tanto, que crece una sensación ambivalente: estar ante seres humanos tan buscadores del amor que están arraigados en la entraña del mundo, en la verdad de la realidad.
También son esenciales en «Libres» los sentidos y, con ellos, el empleo de la estética y la técnica. Luz y fotografía desvelan la sucesión de rostros, mientras despliegan la de los hermosos parajes naturales y la sobria simbología mística de los monasterios. El sonido es además decisivo para revelar la verdad de cada voz, junto a una esmerada música compuesta para la ocasión que, sin embargo, por momentos puede inducir a extrañar la genuina aura del canto sacro.
Pero más allá de su factura formal, «Libres» es lo que las palabras van desplegando a través de las fisonomías: bien, alegría, libertad… revelados. Es decir, belleza transparentada.
ESCRITO POR:
Enamorado de las buenas historias, sean la del cine o las narradas en las películas que ve y los libros que lee. Sobre ellas piensa, habla y procura escribir en La Occidental y otras publicaciones. Es autor «John Ford en Innisfree: la homérica historia de 'El hombre tranquilo' (1933-1952)» y coautor de los libros Cine Pensado, entre otros.
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