jueves, 16 de febrero de 2023
Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Fernando Savater, tres «intelectuales» españoles / Wikimedia Commons y Claude Truong-Ngoc
La palabra ambigua. Los intelectuales en España (1889-2019), de David Jiménez Torres
Taurus (1ª edición: enero 2023), 18,90€, 288 págs.
David Jiménez Torres (Madrid, 1986) es Doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad de Cambridge desde 2012 con una tesis sobre las relaciones culturales entre Inglaterra y España a principios del siglo XX, en la que presta una especial atención a la figura de Ramiro de Maeztu, que, como hijo de inglesa, tuvo un protagonismo destacado en esas relaciones. Señalar la Universidad por la que Jiménez Torres es doctor se hace imprescindible en la España de hoy, donde se puede ser doctor con una tesis fusilada por unos amiguetes y sin siquiera habérsela leído el doctorando. Cambridge no es España.
A partir de la tesis, la prestigiosa editorial Boydell and Brewer, que tiene una serie, de nombre Tamesis, dedicada a obras sobre el mundo hispano, le publicó en 2016 a nuestro autor el libro «Ramiro de Maeztu and England: Imaginaries, Realities and Repercussions of a Cultural Encounter». La versión española de este libro la publicó Marcial Pons en 2020 bajo el título «Nuestro hombre en Londres: Ramiro de Maeztu y las relaciones angloespañolas (1898-1936)».
Citar su tesis y las publicaciones a las que ha dado lugar, además de demostrar el nivel académico del autor, se hace necesario para comprender el origen de «La palabra ambigua», el libro que acaba de aparecer y que está destinado no sólo a tener un éxito que suele ser inusual en libros de ensayo y erudición como éste, sino a ser una referencia absoluta para todos los que, a partir de ahora, quieran abordar el asunto que trata: los intelectuales españoles.
Es evidente que sus años de estudio sobre la figura de Ramiro de Maeztu, al que con mucha frecuencia se le ha adjudicado la etiqueta de «intelectual», tuvieron que obligarle a reflexionar sobre el significado y el alcance de esa palabra. Y con un rigor propio de lo que es, un investigador formado en Cambridge, se puso a estudiar eso, el significado y el alcance cultural, social y político del término. Eso es lo que contiene su libro recién publicado.
En las primeras líneas de la Introducción, con una honestidad que le honra, Jiménez Torres ya avisa al lector de que en el libro no va a encontrar ni semblanzas de autores, ni resúmenes de sus obras, ni cotilleos y anécdotas de sus vidas, ni juicios sobre sus comportamientos políticos o personales, ni por qué los llamados intelectuales han tenido épocas de más o de menos influencia, porque, dice claramente, «este no es un estudio sobre unos individuos concretos».
Entonces, ¿qué es? Pues una historia de lo que han sido los intelectuales en la España de los últimos 130 años a través de la historia del uso de la palabra «intelectual». Parte de la base de que nunca ha estado claro el significado de la palabra, que ese significado ha estado cambiando sin cesar durante ese periodo y que, con mucha frecuencia, se ha usado como arma arrojadiza. Ante ese panorama ha decidido zambullirse en una ingente montaña de testimonios escritos para mostrarnos, con una brillantez apabullante, cómo ha sido usado el término.
Esa ingente montaña de documentación no es una metáfora sino la descripción exacta del material que ha utilizado para componer este libro. Vean y juzguen: las 216 páginas del texto fundamental se sostienen sobre otras 47 páginas de notas, reseñadas con exquisito cuidado; o, dicho de otra manera, el libro contiene 579 notas; si tenemos en cuenta que muchas de esas notas contienen más de una cita, podemos hacernos una idea de la solidez de la investigación que el autor ha llevado a cabo para darnos una historia de la palabra. De la «palabra ambigua», como ya en 1908 la denominó Ortega y Gasset, quien, para muchos representa el mejor ejemplo de lo que podría ser un intelectual español.
De ahí que el título del libro, prestado de Ortega, sea otra muestra de honestidad, porque, que nadie se llame a engaño, en él lo que va a encontrar el lector es el estudio y la evolución del uso de esa palabra, que, después de toda esta profunda y rigurosa investigación, no acaba de perder su ambigüedad ni su polisemia.
Jiménez Torres reconoce su deuda con el profesor británico Stefan Collini, quien ya le aconsejó durante la elaboración de su tesis, que en un libro de 2006, «Absent Minds: Intellectuals in Britain», señala que el término «intelectual» se ha usado para designar tres tipos de personas muy distintos: los que tienen una profesión relacionada con el conocimiento y el saber; los que sienten interés por las ideas y la cultura, aunque no eso no tenga que ver con su profesión; y los que «poseen algún tipo de autoridad cultural (…) a la hora de dirigirse a un público más amplio que el de su especialidad». Esas diferencias las deja claras antes de meterse a estudiar la inmensa documentación que ha manejado.
Una documentación que va desde el primer testimonio que recoge en el que aparece el término «intelectual» como sustantivo (como adjetivo está en la lengua española desde el siglo XV), que curiosamente es un artículo publicado en «El Correo Militar» fechado en La Habana en 1889, hasta intervenciones de Ana Rosa Quintana en la televisión en 2018.
Efectivamente, tal y como había prometido en la Introducción, el autor no entra a comentar anécdotas de los «intelectuales» que aparecen citados; y, sin embargo, la historia del término que no es contada y analizada se convierte en verdaderamente atractiva y apasionante. Porque nos muestra, además de su constante polisemia, cómo el uso de la palabra ha estado con frecuencia unido a la confrontación de ideas y de posiciones políticas. Hasta el punto de que lo que, en principio, podría parecer un estudio muy sólido pero casi exclusivamente filológico de la palabra, se convierte en una completísima historia del pensamiento social y político de ese periodo.
En este libro podemos contemplar cómo se consideraron a sí mismos y cómo fueron considerados por los demás –amigos y no tan amigos– escritores y pensadores españoles de estos 130 años a los que alguna vez se les aplicó el término. Desde Unamuno y Ortega, a los que de forma casi unánime se considera que han sido nuestros primeros intelectuales, hasta nuestros contemporáneos Savater, Juaristi o Félix de Azúa, que, en cuanto tales, siguen levantando polémicas, a veces de enorme acritud.
Si ya ha quedado claro el rigor y la seriedad con la que Jiménez Torres ha elaborado este capital estudio, también hay que ponderar su amabilidad para con el lector, que puede leer este ensayo, tan erudito y académico, saboreándolo y entreteniéndose con una prosa precisa y cuidada. En definitiva, el desafío que se puso el autor cuando quiso saber qué es y qué ha sido un intelectual en la historia reciente de España se salda, gracias a su inteligencia y a su inmenso trabajo, con un resultado sobresaliente.
ESCRITO POR:
Licenciado en Filosofía y Letras (Filología Hispánica) por la Universidad Complutense, Profesor Agregado de Lengua y Literatura Españolas de Bachillerato, Profesor en el Instituto Isabel la Católica de Madrid y en la Escuela Europea de Luxemburgo y Jefe de Gabinete de la Presidenta del Senado y de la Comunidad de Madrid, ha publicado innumerables artículos en revistas y periódicos.
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