miércoles, 23 de noviembre de 2022
Placa de la fachada del Museo Sherlock Holmes en Baker Street, Londres / Ralf Roletschek - Fahrradtechnik, fahrradmonteur.de
Sherlock Holmes: The Definitive Collection, de Arthur Conan Doyle, leído por Stephen Fry
Audible (Amazon), 77,99 € o gratis con la suscripción, 72 horas de narración
El Sherlock Holmes era uno de los hoteles en los que me solía quedar cuando iba a Londres por motivos de trabajo. Estaba situado en Baker Street, la calle en cuyo número 221B vivía el personaje de las novelas de Arthur Conan Doyle. Y estoy seguro de que no fui ni el primero ni el último huésped que, al llegar al hotel, se preguntó «Entonces… ¿Vivió de verdad aquí Sherlock Holmes? ¿Era Holmes un personaje ficticio o vivió realmente? ¿Está acaso inspirado en alguien real que vivió en esta casa?» Y es que la habilidad con la que Conan Doyle entremezcla sucesos reales de la época con las aventuras de Sherlock Holmes y el doctor Watson, facilita la confusión. De hecho, parte del ritual que siguen los miembros de la Sherlock Holmes Society of London (y de su equivalente en Estados Unidos, the Baker Street Irregulars) consiste en actuar como si Sherlock Holmes y Watson hubieran existido en realidad, y Conan Doyle no hubiera sido sino su agente literario. Sí – también a mí me viene a la cabeza la palabra «friki».
Pero lo cierto es que Sherlock Holmes, con sus dotes deductivas, su estilo bohemio, excéntrico y el hoy escandaloso uso ocasional de drogas como morfina y cocaína, ha fascinado a generaciones y generaciones de lectores, sobre todo a partir de la consolidación del personaje en «El signo de los cuatro» en 1889. Hasta el punto de que doce años después de lo que parecía la muerte de Holmes (no diré en qué historia, para no reventarla), Conan Doyle tuvo que hacer regresar al detective para satisfacer a sus lectores (y, sí, mejorar un poco su situación financiera). El éxito de Sherlock Holmes llega al punto de que tiene el récord Guiness por ser el personaje literario más representado en la historia del cine y la televisión, con más de 75 actores y 250 producciones diferentes. Una de las más recientes fue la famosa serie «Sherlock» producida por la BBC en 2010, que contaba con Benedict Cumberbatch en el papel del Sherlock Holmes del siglo XXI. Sin embargo, ninguna de esas películas y series de éxito pertenecen a lo que los aficionados de verdad denominan «el canon». Y no, «Elemental, querido Watson» tampoco forma parte del canon.
Aunque la lectura directa de un libro es difícil de igualar, la colección «insuperable» que ha preparado Audible (Amazon) de los 56 cuentos cortos y las 4 novelas largas que escribió Conan Doyle sobre Sherlock Holmes (y que, estos sí, forman «el canon») podría ser la excepción que confirma la regla. En primer lugar, porque reúne todas las obras en un mismo lugar y en el orden en el que deben ser leídas. ¿Cuántos de nosotros no hemos conocido a Sherlock Holmes y el doctor Watson a través de «El sabueso de los Baskerville», en lugar de hacerlo en el bar Criterion de Picadilly, donde también ellos se conocen, según se cuenta en «Estudio en escarlata»? Es ahí cuando, empujados por su situación económica, ambos deciden compartir el piso que Holmes alquila a la señora Hudson. Aunque no es estrictamente necesario, leer (o escuchar) los libros en el orden adecuado ayuda a sacarles más jugo y entender algunas referencias cruzadas.
En segundo lugar, porque la colección está en versión original; en el inglés de Kipling y Wilde. En ese inglés victoriano que a los extranjeros nos suena tan correcto y, a la vez –y afortunadamente– tan fácil de entender. Pudiendo hacerlo, nada parece más apropiado que leer en el inglés original las aventuras en la neblina de Londres de uno de los personajes más marcadamente ingleses de la literatura universal.
Y en tercer lugar, y quizá el más importante para recomendar este audiolibro, por la insuperable lectura interpretada que hace Stephen Fry de las obras del «canon». Fry, que es uno de los actores británicos más polifacéticos, narra de forma teatralizada la obra de Conan Doyle, utilizando diferentes voces para cada personaje. Deberían advertir de que su forma de leer, unida a la intriga intrínseca de los cuentos y novelas, puede crear adicción.
Y para aquellos más prácticos y que no tenemos tan fácil acceso a la morfina como Holmes, las 72 horas necesarias para cubrir todas las novelas hacen de esta colección una gran aliada para acabar más fácilmente con el montón de ropa por planchar.
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